«Hacer el vino que a nosotros nos gustaría beber». Esta es el lema que desde 1925 la familia Ramos Puig tiene grabado a fuego en Talamingo. Esta pequeña bodega familiar de San Clemente (Cuenca), casi un siglo después de su nacimiento, hace honor a esa premisa, pues este mes de mayo uno de sus caldos, el Cabernet Sauvignon/Merlot 2019, ha sido elegido como el mejor vino tinto con más de dos años de crianza en el XXIX Concurso de Vinos de la Diputación de Cuenca.
Algo que no es casual, ya que su objetivo, según reconocen, es trabajar de manera artesanal «para tener excelentes vinos que abanderen los productos de calidad de la tierra de Castilla-La Mancha». Talamingo nació con el cambio generacional de la finca familiar La Gallega, en San Clemente, donde elaboran vinos ecológicos con procedimientos artesanales desde su fundación.
Tal y como explican a ABC, es un proyecto en el cual unos pocos amantes del vino buscan compartir su ilusión después de casi un siglo de experiencia. «Los vinos que producimos son únicos. Elaboramos de forma artesanal para conseguir vinos con capa profunda, gran intensidad aromática y muy sabrosos. En conjunto, vinos de fuerte personalidad pero que no se esconden de sus orígenes«, afirman.
De este modo, sus tiradas son muy limitadas en número -en torno a las 2.000 botellas de cada tipo- para asegurar la calidad que persiguen. Su vino más expresivo es quizá su Shiraz joven sin madera. Sus Cabernet Sauvignon/Merlot con uno y dos años de barrica de roble francés y americano nacen a raíz del interés familiar en replicar los vinos nobles del mundo: inspirados en Burdeos, pero hechos en casa. Y, por último, su Chardonnay desarrolla todos los matices tropicales de esta variedad. Con el objetivo de mejorar el producto, sólo embotellan la mejor vendimia del año, por lo que no todos los años embotellan todas las varietales.
¿Y cuál es el secreto de su éxito? La respuesta es clara: «Elegimos el mejor vino que tenemos y éste es el que comercializamos. El primer filtro somos nosotros, siendo los más críticos con el producto, al llevar tanto tiempo haciendo vino, lo conocemos mejor que nadie y hacemos todo lo posible para ofrecer siempre lo mejor y mejorarlo».
La finca cuenta con 115 hectáreas de viñedos en espaldera, rodeados de bosque mediterráneo. Los suelos son arcillosos y retienen la humedad, y están cubiertos de canto rodado. La producción por planta es muy baja y toda ella de secano. Disponen, a partes similares, de Merlot, Cabernet Sauvignon, Shiraz y Bobal en tintos, y Chardonnay en blancos.
La bodega se halla situada en el centro de la finca, siendo la distancia máxima a la parcela más lejana inferior a dos kilómetros. Por ello, desde el comienzo del proceso de recolección hasta que la uva es depositada en la tolva de vendimia el tiempo transcurrido resulta inferior a treinta minutos. La vendimia destinada a elaborar embotellado se selecciona para que sólo la mejor uva se someta a vinificación.
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